viernes, 12 de marzo de 2021

Un mar de fueguitos - Eduardo Galeano

 







 Un hombre del pueblo de Neguà,
en la costa de Colombia
pudo subir al alto cielo. 
Y a la vuelta, contó. 
Dijo que había contemplado, 
desde allá arriba, 
la vida humana. 

Y dijo que somos un mar de fueguitos.
 - El mundo es eso - reveló -. 
Un montón de gente, un mar de fueguitos.
 Cada persona brilla con luz propia 
entre todas las demás.
 No hay dos fuegos iguales. 
Hay fuegos grandes 
y fuegos chicos 
y fuegos de todos los colores. 
Hay gente de fuego sereno 
que ni se entera del viento, 
y gente de fuego loco 
que llena el aire de chispas.
 Algunos fuegos, fuegos bobos, 
no alumbran ni queman;
 pero otros, otros arden la vida
 con tantas ganas 
que no se puede mirarlos sin parpadear,
 y quien se acerca, 
se enciende.



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